Residuos peligrosos. ¿Qué son y cómo se gestionan?

Si hablamos de reciclaje, podemos hablar de muchos tipos de residuos que podemos reciclar.

Pero hay unos en concreto que necesitan un tratamiento especial debido a su naturaleza. Son los llamados residuos peligrosos.

En el post de hoy te contamos qué son y cómo gestionarlos.

¿Qué son los residuos peligrosos?

Podemos catalogar como residuos peligrosos a aquellos materiales o productos que pueden liberar sustancias tóxicas al medio ambiente.

Son residuos cuya propia manipulación o realización de un vertido incorrecto, puede ser muy peligroso para cualquier organismo vivo, ya sean personas, flora y fauna.

Por eso es tan importante gestionarlos correctamente y siguiendo los protocolos establecidos en cada caso para evitar que puedan suponer un riesgo para la salud o el medio ambiente.

Características de los residuos peligrosos

Según Ecoembes, dependiendo de la normativa local, la clasificación de los residuos peligrosos seguirá un protocolo concreto, pero hay una serie de pautas que estándar que son comunes:

  • Residuos corrosivos: se trata de residuos que pueden corroer las superficies con las que entran en contacto. Son, generalmente, residuos compuestos por ácidos. Un ejemplo es el ácido sulfúrico.
  • Residuos peligrosos por reactividad química: este tipo de desecho también puede corroer superficies e incluso pueden ser explosivos. Su principal característica, sin embargo, es que por sí solos no son peligrosos, sino que reaccionan al entrar en contacto con elementos químicos. Suelen provenir de la industria química. Algunos ejemplos son el mercurio, el plomo o el cadmio.
  • Residuos explosivos: son residuos que, si no se tratan adecuadamente, pueden provocar explosiones. Los más conocidos son la dinamita o la pólvora.
  • Residuos inflamables: estos residuos son especialmente sensibles al calor y arden con facilidad.
  • Residuos  tóxicos: estos residuos, que pueden ser orgánicos o inorgánicos, son aquellos que pueden ser venenosos. Pueden venir de distintas industrias como fábricas de metal o la construcción, entre otros.
  • Residuos  radioactivos: en esta categoría entran todos aquellos desechos que emiten radiación. Pueden venir de la industria química o centrales energéticas, entre otros.

La mala gestión de los residuos peligrosos es el verdadero riesgo de estos residuos, así que es imprescindible en primer lugar identificarlos correctamente y tratarlos según corresponda.

¿Cómo gestionar los residuos peligrosos?

La gestión de estos residuos tiene las siguientes fases básicas:

  1. Almacenamiento
  2. Etiquetado
  3. Transporte
  4. Operaciones de tratamiento, eliminación o valorización

Existen diferentes factores que hay que tener en cuenta a la hora de gestionar los residuos peligrosos. Que las personas que van a llevar a cabo todos los procesos cuenten con una formación adecuada para el trabajo que van a desarrollar es fundamental, ya que es preciso que cumplan unas normas de seguridad obligatorias.

Se debe de disponer de las herramientas adecuadas para realizar la gestión, tales como los uniformes o el equipamiento necesarios para proteger a los trabajadores.

Debemos tener en cuenta que cada residuo de naturaleza peligrosa tiene un protocolo concreto a la hora de ser gestionado. Los trabajadores deben de conocer perfectamente las pautas de actuación que deben seguir en cada momento.

La conclusión es que los residuos peligrosos lo son en mayor medida cuando no se gestionan correctamente más que por su propia naturaleza.

Al igual que los materiales que nosotros reciclamos a diario en casa, este tipo de residuos deben de ser correctamente tratados para que no supongan una amenaza para la salud y el medio ambiente.

 

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